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sábado, 13 de agosto de 2016

Cómo hacer una tienda de campaña de ensueño para tu hijos

En la infancia, todos queríamos tener un lugar escondido. Usábamos mantas, sillas, poufs, almohadas... todo lo que se podía mover para convertirse en una fortaleza o castillo imaginarios. Sin embargo, esas construcciones provisionales ocupaban mucho espacio y parecían bastante caóticas.

Encontramos una idea excelente para hacer una sofisticada tienda que le encantará a tu hijo y se convertirá en la decoración de cualquier hogar. Lo mejor de todo es que puedes usar cualquier tipo de material que le guste a tu hijo.

Necesitarás:

  • Tela para la corona con picos (aproximadamente 50-60 cm, a lo largo de la circunferencia de un hula hula; puedes usar pedazos de tela cocidos entre sí).

  • Tela para la tienda (5,5 m para un hula hula grande; 3,5 m para uno pequeño).

  • Tela para la cúpula (depende del tamaño del hula hula, mira el punto 6).

  • Un hula hula.

  • Velcro para ropa.

  • Alfileres.

  • Gancho para asegurar la tienda al techo.

  • Tijeras.

  • Lápiz para tela, plantillas de papel.

  • Máquina de coser.

Cómo hacerlo:

1. Corta la tela para el toldo en trozos de 1,7-1,8 m de altura; el ancho dependerá del tamaño del rollo de tela. Si optaste por un hula hula pequeño, corta y cose entre sí dos partes de la cortina; si es un hula hula grande, tres. Asegúrate de que el patrón en la costura coincida (si el patrón es muy colorido, tenlo en cuenta a la hora de comprar). Cose los bordes de la parte inferior con cuidado y deja la parte superior tal como está.

© virtualmakeover  

2. Toma dos tiras de tela para la parte superior (la corona). El ancho de cada una debe ser a partir de 20 cm, y el largo es igual a la circunferencia del hula hula más unos centímetros adicionales para las costuras. Dibuja sobre una hoja de papel un «diente» de la corona, calculando su ancho de tal forma que el primero y el último diente se unan en el hula hula.

© virtualmakeover  

3. Dobla cada tira con dientes a la mitad (con el lado frontal hacia adentro), asegura los dientes de la corona con alfileres, cose la parte lateral. A continuación, con 0,5-0,6 cm de distancia de los bordes cose la parte con dientes. Cuando termines, recorta cuidadosamente los extremos y haz unos pequeños cortes entre cada diente para que cuando lo voltees, obtengas la forma de la corona bien marcada.

© virtualmakeover  

4. Plancha bien la corona, cose la parte libre para que te sea más fácil juntar la corona a la carpa.

© virtualmakeover  

5. Haz un bucle para colgar la tienda. El largo depende de la altura del techo. El largo de nuestro bucle es de 110-120 cm, y su ancho, de 5 cm. Cóselo como un tubo normal, luego voltéalo y plánchalo para que quede completamente liso.

© virtualmakeover  

6. Recorta 8 triángulos para la cúpula. Recuerda que el tamaño de los triángulos depende del tamaño de tu hula hula. Para calcular bien, usa esta fórmula: el acho del triángulo (la parte más corta) es 1/8 de la circunferencia + 4 cm para los bordes; el largo del triángulo (la distancia desde el vértice hasta el centro del lado corto) equivale aproximadamente a 3/4 del diámetro del hula hula.

7. Primero cose dos mitades que consisten de 4 triángulos dejando 0,5-0,6 cm para los bordes. Cose en el vértice el bucle que ya tienes elaborado y junta ambas mitades, es decir, los 8 triágulos juntos.

© virtualmakeover  

8. Ahora pon el hula hula sobre la cúpula y recorta para lograr un borde uniforme tomando en cuenta que 2-3 cm de los bordes deben sobresalir.

© virtualmakeover  

9. Hay que coser la carpa con la corona. Ya que la carpa es más ancha que la corona, júntala con una costura rápida a mano y distribuye los plieges de manera uniforme para que ambas partes de la carpa se puedan unir. Asegura la costura a máquina.

10. La corona y la carpa están bien unidas, ahora puedes coser la cúpula. Junta ambas partes con las caras frontales hacia adentro y cose los bordes a máquina.

© virtualmakeover  

11. Ahora puedes coser el hula hula con tela o dejarlo como está si su color coincide con el tono de la tela. Haz unos bucles de velcro para asegurar el hula hula y cóselos a la costura interior que une la carpa, la cúpula y la corona. Cuanto más velcro le pongas, más seguro estará el hula hula, lo cual es muy importante.

© virtualmakeover  

12. Asegura el gancho en el techo. Se puede pegar simplemente o requerir una instalación más compleja, depediendo del tipo de techo que tengas en el dormitorio. Ahora puedes colgar la tienda y admirar el resultado. Ponle un cojín redondo adentro, puedes coserlo de dos pedazos de tela redondos dejando entre ellos una tira rectangular.

Este regalo seguro hará feliz a tu hijo.

© virtualmakeover  

© virtualmakeover  

© knockoffdecor   © landofnod  



Fuente Svetlana Smolnikova/virtualmakeover

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domingo, 31 de julio de 2016

10 trucos para aprender cualquier idioma de un genio que habla 9

Deja que nuestros expertos te guíen en el camino de aprender idiomas.

ESCRITO POR JOHN-ERIK JORDAN
Matthew Youlden habla nueve idiomas fluidamente y entiende casi una docena más. Trabajamos en la misma oficina en Berlín, así que le oigo usar sus habilidades constantemente, cambiando de idioma cual camaleón cambiando de color. En realidad, durante mucho tiempo ni siquiera llegué a sospechar que era británico.
Cuando le comenté a Matthew que me estaba costando muchísimo esfuerzo llegar a comprender tan solo un segundo idioma, se descolgó con los siguientes consejos. Si eres de los que piensa que nunca llegarás a ser bilingüe, ¡más te vale tomar nota!

1. Tienes que tener claro por qué lo estás haciendo

Puede parecer obvio, pero si no tienes un buen motivo para aprender otro idioma, es muy probable que, a la larga, se te acabe la motivación. Querer impresionar a tus amigos con tu nivel de francés no es un motivo demasiado bueno, pero querer conocer de verdad a una persona francesa en su propio idioma es definitivamente otra cosa. Sea cual sea tu motivación, cuando decides aprender un nuevo idioma, lo realmente importante es comprometerse al máximo:
"Vale, quiero aprender esto, y por eso voy a hacer todo lo que pueda en este idioma, con este idioma y por este idioma."

2. Sumérgete

Ya te has hecho la promesa, te has comprometido. ¿Y ahora qué? ¿Hay algún tipo de camino correcto para aprender? Matthew recomienda el "enfoque maximizado de 360°": no importa qué herramientas uses para aprender el idioma, lo importante es que practiques todos y cada uno de los días.
"Yo tiendo a querer absorber cuanto más mejor desde el principio, de manera que, si estoy aprendiendo algo, lo llevo al extremo e intento usarlo a lo largo del día. Conforme la semana avanza, intento pensar en ese idioma, intento escribirlo e incluso me hablo a mí mismo en ese idioma. Para mí, en realidad, todo consiste en poner en práctica lo que sea que estés aprendiendo, ya sea escribiendo un e-mail, hablando contigo mismo, escuchando música u oyendo la radio. Rodearte y sumergirte en la cultura del idioma que estás aprendiendo es extremadamente importante."
Recuerda que el mayor beneficio de hablar otro idioma es poder comunicarte con otros. Ser capaz de mantener una conversación sencilla es una recompensa increíble en sí misma. Alcanzar metas de este tipo pronto hará que te sea más fácil seguir motivado y practicando:
"Siempre tengo en la cabeza que, en realidad, se trata de adaptar la manera en la que tú piensas a la manera en la que se piensa en ese idioma. Obviamente no hay solo una manera en la que un hablante de español, de hebreo o de holandés piensa, pero el truco está en usar el idioma para construir tu propia realidad idiomática."

3. Encuentra un compañero

Matthew aprendió varios idiomas junto con su hermano gemelo Michael, ¡quienes abordaron su primer idioma, el griego, cuando tenían solo ocho años! Matthew y Michael, o los Super Polyglot Bros (como me gusta referirme a ellos), adquirieron sus superpoderes a base de la tan tradicional rivalidad entre hermanos:
"Estábamos motivados y todavía lo estamos. Nos empujamos el uno al otro a seguir adelante. Si mi hermano se da cuenta de que yo estoy haciendo más que él, se pone un poco celoso e intenta superarme (creo que eso es porque él es mi gemelo, yo soy el original) y lo mismo en el sentido opuesto."
Por lo tanto, aunque no tengas un hermano o hermana que te acompañe en tu aventura para aprender idiomas, tener un compañero o compañera te empujará a seguir intentándolo un poco más y a permanecer motivados:
"Creo que es un enfoque fantástico. Tienes a alguien con quien puedes hablar y, al final, esa es la idea básica detrás del proceso de aprender un idioma."

4. Mantenlo relevante

Si tu objetivo desde el principio es mantener una conversación, es más improbable que te pierdas en libros de texto y manuales. Hablar con gente hará que el proceso de aprendizaje siga siendo relevante para ti:
"Estás aprendiendo un idioma para poder usarlo. No vas a hablar solo contigo mismo. La parte creativa del asunto está en ser capaz de poner el idioma que estás aprendiendo en una disposición diaria más general y útil, ya sea escribiendo canciones, intentando hablar con gente o usándolo cuando vas al extranjero. Pero no hace falta que vayas al extranjero, puedes ir al restaurante griego que está al final de la calle e intentar pedir la comida en griego."

5. Diviértete

Usa tu nuevo idioma de cualquier forma que sea creativa. Los Super Polyglot Bros practicaban el griego escribiendo y grabando canciones. Piensa en alguna manera divertida de practicar tu nuevo idioma: haz un programa de radio con un amigo, dibuja un cómic, escribe un poema o trata de hablar en él con quien puedas. Si no eres capaz de encontrar una manera divertida de practicar tu nuevo idioma, hay muchas posibilidades de que no estés siguiendo el epígrafe 4…

6. Actúa como un niño

Con esto no quiero decir que tengas rabietas o que te llenes el pelo de comida cuando vas a un restaurante, sino que intentes aprender como lo hacen los niños. Se está demostrando que la hipótesis de que los niños son intrínsecamente mejores aprendiendo que los adultos es un mito. Nuevas investigaciones no son capaces de encontrar una relación directa entre la edad y la capacidad de aprender. Puede ser que la llave para ser capaces de aprender tan rápido como lo hacen los niños esté en tomar determinadas actitudes infantiles: falta de conciencia de uno mismo (en el sentido de estatus social), el deseo de jugar en la lengua y la disposición a cometer errores.
Aprendemos a base de equivocarnos. Cuando somos niños, se espera que cometamos errores pero cuando somos adultos, los errores se convierten en algún tipo de tabú. Es más probable que un adulto diga "no sé" antes que "no he aprendido eso todavía" (no sé nadar, no sé conducir, no sé hablar inglés). Que te vean equivocándote o, incluso, teniendo dificultades es un tabú social que no afecta a los niños. Cuando aprendes un idioma, admitir y aceptar que no lo sabes todo es la llave para alcanzar crecimiento y libertad. Despréndete de tus barreras de adulto.

7. Abandona tu zona de confort

No tener miedo a cometer errores significa estar preparado para ponerte a ti mismo en situaciones potencialmente embarazosas. Esto puede dar un poco de miedo, pero es la única manera de desarrollarse y mejorar. No importa cuando estudies, nunca hablarás un idioma si no te pones a ti mismo en esa situación: háblales a extranjeros en su idioma, pregunta direcciones, pide la comida, intenta hacer chistes. Cuantas más veces lo hagas, mayor será tu zona de confort y mayor será la facilidad con la que te enfrentarás a nuevas situaciones:
"Al principio te vas a encontrar dificultades: tal vez sea la pronunciación, o la gramática, tal vez sea la sintaxis, o que no entiendas los dichos. Pero creo que lo más importante es tratar de desarrollar ese “sentido del idioma”. Cada hablante nativo tiene un sentido de su idioma, y eso es, básicamente, lo que te convierte en un "hablante nativo" si puedes hacer de ese idioma el tuyo."

8. Escucha

Tienes que aprender a caminar antes de aprender a correr. En el mismo sentido, tienes que aprender a escuchar antes de aprender a hablar. Cualquier idioma suena raro la primera vez que lo escuchas, pero cuanto más lo escuchas más familiar se vuelve y más fácil te será hablarlo:
"Somos capaces de pronunciarlo todo, solo que no estamos acostumbrados a hacerlo. Por ejemplo, el sonido de “r” fuerte no existe en la variante de inglés que yo hablo, pero cuando estaba aprendiendo español había palabras con esa “r” fuerte, como "perro" o "reunión". Para mí, la mejor manera de aprender a dominar ese sonido era oírlo constantemente, escuchándolo; luego, tratar de visualizar o imaginar cómo se supone que hay que pronunciarlo, ya que para cada sonido hay una parte específica de la boca o de la garganta que hay que usar."

9. Mira a otros hablando

Idiomas distintos demandan cosas distintas de tu lengua, labios y garganta. La pronunciación es tanto física como mental:
"Una manera (aunque puede sonar un poco extraño) es observar cuidadosamente a otros mientras dicen palabras que usan ese sonido, y luego tratar de imitarlo tanto como sea posible. Créeme, puede ser difícil al principio, pero lo conseguirás. En realidad es algo fácil de hacer, solo necesitas practicar."
Si no puedes observar e imitar a hablantes nativos en vivo, ver películas extranjeras o televisión en versión original puede ser un buen sustituto.

10. Háblate a ti mismo

Si no tienes a nadie con quién hablar en el idioma que estás aprendiendo, no hay nada malo en hablarte a ti mismo:
"A lo mejor parecerá que estás loco, pero, en realidad, hablar contigo mismo en un idioma es una buena manera de practicar si no tienes a nadie más con quién hacerlo."
Esto puede ayudarte a mantener nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

Bonus: ¡relax!

Nadie se va a molestar por que le hables en su idioma aunque sea mal. Si empiezas cualquier interacción con un "Estoy aprendiendo el idioma y me gustaría practicar…" la mayoría de la gente será paciente, te apoyará y te animará a seguir. Incluso si hay aproximadamente mil millones de hablantes de inglés no nativos en el mundo, la mayoría de ellos preferirá hablar su propio idioma si tiene la posibilidad. Tomar la iniciativa de introducirse en el mundo idiomático de alguien facilitará el trato y los pondrá en una disposición más positiva:
"Está claro que puedes viajar al extranjero hablando solo tu idioma, pero le sacarás mucho más partido si puedes sentirte cómodo en el lugar que estés, siendo capaz de comunicarte, de entender y de relacionarte en cualquier situación que puedas imaginar."

Entonces, ¿de qué se trata todo esto?

Hemos estado hablando sobre CÓMO empezar a aprender un idioma, pero, ¿todavía no terminas de ver POR QUÉ aprenderlo? Matthew tiene una última observación que hacer:
"Yo creo que cada idioma representa una manera distinta de ver el mundo. Si puedes hablar un idioma, entonces tienes una manera diferente de analizar e interpretar el mundo a la de un hablante de otro idioma. Incluso si son dos idiomas bastante similares como el portugués y el español, que son hasta cierto punto inteligibles mutuamente, son al final dos mundos distintos, dos mentalidades distintas."
"Por lo tanto, habiendo aprendido otros idiomas y habiendo estado rodeado de muchos idiomas distintos, no podría elegir solo uno. Eso significaría renunciar a la posibilidad de ser capaz de ver el mundo de una manera distinta. En realidad no solo de una manera, sino de muchas maneras distintas. Así que, para mí, el modo de vida monolingüe es el más triste, solitario y aburrido de ver el mundo. Hay tantas ventajas en aprender idiomas que no puedo pensar en ninguna razón para no hacerlo."

Fuente: https://es.babbel.com/es/magazine


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